Hay que darle importancia, no sólo a los pagos de la hipoteca, el coche, etc. también a los pequeños gastos que se realizan diariamente.
A menudo se gasta dinero en cosas que no son imprescindibles para mantener un nivel de vida.
Por ejemplo, un café en la cafetería, un paquete de tabaco, un paquete de chicles, llamadas desde el móvil continuamente, comprar la prensa, etc.
Este gasto, en principio, se puede evitar tomando el café en casa, dejando de fumar, dejar de masticar chicle a diario, realizar llamadas desde el móvil sólo para asuntos importante, leer las noticias en las ediciones digitales de los periódicos, etc. todo esto hace que se ahorre mucho dinero.
El problema está en que, al ser gastos individuales muy pequeños, no se les da importancia. Pero en realidad se trata de grandes gastos que pueden ayudar a pagar otras deudas más importantes.
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